domingo, 27 de septiembre de 2009

Marilyn Manson en libro El Minuto Americano


Marilyn Manson ha sido mencionado en el libro de poemas El Minuto Americano de Silvia Veloso editado hace poco. A continuacion una reseña sobre este libro:

"Poemario de Silvia Veloso, poeta nacida en España y que antes había publicado el libro Sistema en caos y máquina. El volumen que nos presenta es una especia de recorrido por distintas estaciones o lugares, tanto en lo referente a paisajes naturales como paisajes humanos. En la presentación, Catalina Mena nos explica: “Rigurosa y al mismo tiempo excéntrica, Silvia Veloso se cuela en la banda sonora de la poesía chilena con una voz que ni se ajusta al canon ni rompe con él, sino que se construye como utopía, en el borde fluido entre la cultura y su destrucción. Lugar de suspensión en el que voces dispares se sobreponen y se rozan, aquí el mito de la historia estalla en pedazos y códigos híbridos se entrecruzan en la anomalía del tiempo y el espacio”.

Lo señala en la contratapa la exégeta Catalina Mena: en estos poemas de la española Silvia Veloso (Madrid, 1966), "Marilyn Manson discute con Moli re y Diego Armando Maradona juega al póker con Lincoln y Napoleón". Es que en el juego de la oca todo cambio de temporalidades es posible. Ese juego ejerce sobre la autora una fascinación que la mete o la saca de sus casillas. Su voz, dice Mena, "se cuela en la banda sonora de la poesía chilena", en la que "no se ajusta al canon ni rompe con él". Entre nosotros: ¿cómo es ese canon? El lector queda rumiando y lee un poema al azar: "Bajo las ruedas de las pick-ups y los chevrolets / bajo el silencioso andar de los modelos japoneses / y coreanos de imitación / que ruedan sobre la geografía de asfalto / ( )": bajo esto, sobre lo otro, o sea un espacio "no" que nos recuerda alguna película de Wim Wenders. De pronto, "Aquiles asoma la cabeza" desde una tapa de alcantarilla en la ciudad de Denver, Colorado, "y maravillado / le dice a Patroclo estas aladas palabras: / ¡he aquí, querido amigo, el sueño americano!".Patroclo manda al diablo aquella "( ) gloria perdida en los campos yermos de Ilío" y manifiesta: "Ahora quiero el petróleo de Texas". Puede ser como ir de una guerra a otra, sobre todo si Patroclo es un golfo. En la "Casilla 26", Aquiles reflexiona Las Vegas, "exiliado", y expresa: "Viajo solo con mi vanidad". Recuerda las palabras de un apache: "otra vez verás a Troya arder y a sus murallas excavadas en el / hielo del glaciar líquidas volcarse en las saladas fauces del / azul.". Gruñe: "Dónde me iré cuando eso ocurra". El poema enarbola una subyacente pregunta: ¿qué es América y por qué en ella se cruzan los tiempos, las edades, las mitologías arcaicas y modernas? Un juego mental de los colonizadores de allende el Atlántico. Sesenta minutos americanos no hacen, tampoco, una hora universal."Esta tierra sólo os dará soñadores / subversivos, aventureros, bandoleros, / misioneros y piratas de toda condición. / ( )": lo dice un francés, el jardinero Le Nôtre, que advierte al Luis XIV sobre la imposibilidad de los paraísos. Mejor es, como se indica en la casilla anterior, mirar a la muerte limándose uno las uñas. En fin, Silvia Veloso, "americana por azar", como a los dados, "reelabora el mito de la conquista desde su contradictoria subjetividad", según amenaza Mena. El continente mestizo es una "ficción de poder", una manflinfla del imaginario erótico europeo. Este libro insólito, original, proviene de una cabeza tremenda, de ojos zarcos. Hágase una lectura parsimoniosa y en voz alta.

Silvia Veloso (España, 1966)
Ha publicado el libro Sistema en caos y máquina (BVDrais, Chile 2003, finalista del Premio Macedonio Palomino, México, 2007)y varios poemas en la compilación de Andrés Braithwaite Gutiérrez, textos inéditos (2006). Participó en las jornadas y lecturas de poesía del festival BuenosAires no duerme y colabora con varias revistas latinoamericanas. Ha residido en Venezuela, Chile, Argentina, Estados Unidosy Brasil donde se encuentra en la actualidad.

Extracto:
Casilla 60
Traemos bajo la piel los ladrillos.
Llenos de pelos.
Del polvo de los siglos.
Con todos nuestros huesos.
Yo soy Toledo.


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