Enfocándonos en lo que nos convoca, John 5 (quien se acompaña nuevamente de Tommy Cufletos en la batería) vuelve a demostrar su valía como un verdadero prodigio de las seis cuerdas, haciendo magia con su Fender Telecaster, pero además complementando su virtuosismo con una gran dosis de melodías, riffs aplastantes y su confesado amor por el cine de terror. Describir la música de John 5 es difícil, debido a que tiene un estilo único, cuestión que en el mundo de los guitarristas y los discos instrumentales es (casi) imposible de encontrar. Al ser el estilo de John 5 bien ecléctico y variado, creo que para comentar esta placa lo más sencillo es separarla por sus diversas temáticas.
En primer lugar, nos encontramos con los cortes industriales y pesados (quizás lo que uno esperaría escuchar en un trabajo del guitarrista de Manson y Zombie) que se plasma (con una infartante dosis de riffs metaleros) en ‘The Nightmare Unravels’, que abre el disco de gran forma, ‘Ill Will Or Spite’ y ‘Wayne Country Killer’. También nos encontramos con la influencia del bluegrass, en donde John 5 ostenta una impecable técnica de chicken-picking, pareciendo el mejor discípulo de Steve Morse. En este sentido, temas como ‘J.W.’, ‘Steel Guitar Rag’ y la zeppeliana ‘The Last Page Turned’ –gran manera de cerrar el disco– nos presentan una demostración de equilibrio y tonalidad.
Pero también encontramos influencias de rock clásico. Así, John 5 se da mañana para rendirle un homenaje a su héroe Ace Frehley, realizando un fiel cover de ‘Fractured Mirror’, el último tema de la placa solista del ex Kiss de 1978–. En la misma veta está ‘Ya Dig’, con toda la influencia de Van Halen (y en donde Billy Sheehan se hace cargo del bajo). Por último, la melodía y sentimiento de temas como ‘The Art Of Malice’ (con un cameo a Bach en su comienzo), la tremenda ‘Can I Live Again’ y ‘The S-Lot’ ponen, de manera definitiva, a este talentoso guitarrista un peldaño más arriba de la mayoría de sus pares. Lo mejor de todo, es que todas las influencias van entrelazadas en el álbum, no habiendo nunca dos cortes de la misma temática juntos, por lo que “The Art of Malice” es, además, equilibrado y balanceado en sus 45 minutos de duración.
En fin, las múltiples influencias, estilo y cantidad de artistas con los que ha colaborado , y de quienes ha aprendido, convierten a John 5 en un artista con capacidad para sorprender con cada lanzamiento (lo que no solo se relaciona con el distinto maquillaje que usa en cada uno, otra reminiscencia de su amor por Kiss) y dejarnos a todos los fans satisfechos por la cantidad de potentes y machacantes riffs, sonido demoledor, control, técnica y versatilidad que te dejan escuchando este disco una y otra vez.
Hace tiempo que John 5 ha inscrito su nombre con letras doradas en el planeta del rock and roll y su arte es apreciado y comentado cada vez más, tanto en los círculos “guitarreros” como en la comunidad rockera general… ¿será que el arte de la maldad llegó para quedarse?
Gustavo Serrano Ferrer
1 comentario:
muy buen cd. fue el primero que escuche de john .
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