Aunque apenas tiene 48 años, Johnny Depp ya piensa en la muerte y quiere ese momento sea tan intenso como su vida.
Entre sus multifacéticas interpretaciones y su amistad con Keith Richards y Marilyn Manson, Depp es el actor más cercano al espíritu rock.
Es por eso no sorprende su pedido para cuando llegue la hora de su muerte: quiere que lo entierren en un ataúd lleno de whisky.
La idea surgió luego del funeral de Hunter Thompson, a quien interpreta en la cinta “The Rum Diary”, que pidió que sus cenizas fueran disparadas de un cañón ubicado en lo alto de una torre.
Además de esta idea rara, el actor reveló que en la isla que posee en las Bahamas cada sector fue nombrado por las personas por las que tiene afecto.
“Es una pieza de la naturaleza que quiero preservar. Tim Burton estuvo allí una vez. Paul Bettany y Jennifer Connelly también. Por cierto, los rincones de la isla llevan el nombre de mi familia y amigos. Hay una plaza de Heath-Ledger-Square y una playa Lily-Rose y Jack (sus hijos)”, relató sonriente Depp.
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