Antes que estrellas, los famosos también son ciudadanos, y cuando comenten una falta, deben pagarla. Pero es sorprendente ver que los artistas hacen cosas que a los demás se les hacen inverosímiles. Y la justicia hace acto de presencia para hacerlos pagar en el caso de aquellos que resultan culpables, y para los que terminan siendo perdonados, solamente queda como una experiencia para tratar de ya no volverlo a hacer, aunque eventualmente siguen cayendo.
Cómo olvidar, por ejemplo, el calvario de Paris Hilton, que obviamente no se ha destacado por ser ni la mejor cantante ni la mejor actriz, pero el haber roto su libertad condicional por haber conducido bajo los efectos del alcohol fue el acabose para que en mayo de 2007, pasara un tiempo tras las rejas, hecho que provocó, de plano, que su abuelo le quitara su herencia. Más triste fue el ver que ni con esta experiencia Paris entendió.
Algo similar está pasando Lindsay Lohan, quien no sólo siguió el mismo camino trágico de Paris. Desde un romance lésbico, hasta sendos ridículos de los cuales los paparazzis fueron testigos. Lindsay fue sentenciada en julio de 2010 a 90 días de cárcel también por violación de su libertad condicional, y además, recientemente tuvo una pena de servicio comunitario (la cual cumplió trabajando en una morgue) por la misma razón.
Otro delito por el que las estrellas suelen visitar la prisión, y por cierto, uno de los más condenables, es el relacionado con el abuso infantil. Recordemos que Michael Jackson fue acusado a principios de los años 90 por el supuesto abuso de un menor de edad.
El rumor apuntaba a que Michael habría sobornado a los padres de este niño y entonces los cargos fueron retirados, pero después de la muerte de Jackson, este joven habló y digo que todo había sido falso. Años antes, la justicia estadounidense había absuelto al Rey del Pop, hecho que dividió al planeta.
Pero nada comparado con lo sucedido a Gary Glitter, uno de los máximos exponentes del glam rock. Glitter fue arrestado en noviembre de 1997 por posesión de pornografía infantil, descubierta después de una reparación de su computadora portátil. En 2002 se fue a vivir a Camboya, pero fue expulsado después de ser sospechoso de abuso infantil, se fue a Vietnam, y ahí sí fue arrestado y pasó casi tres años por el mismo delito. Regresó a Inglaterra siendo un apestado social y vigilado de por vida por la Interpol.
Y si nos vamos a otro asunto más suave, encontraremos a R. Kelly, quien en 2002 fue acusado de aparecer en un video casero teniendo relaciones sexuales y orinando sobre una niña de 13 años. El juicio se llevó a cabo cinco años después y finalmente fue declarado inocente. Sin embargo, para muchos se hizo un poco de justicia, pues después de este incidente legal, su carrera nunca volvió a levantar.
Y si el abuso infantil era motivo de cárcel, los delitos sexuales eran cosa aparte. Casos como el de Jim Morrison, quien en 1970 fue detenido por mostrar sus genitales, algo que fue una leyenda urbana, pues algunos asistentes salieron en su defensa diciendo que eso no era verdad. Y desafortunadamente, jamás se comprobó. Meses antes, Iggy Pop había sido detenido por la misma razón.
Pero nada comparado con Marilyn Manson, quien durante su juventud acumuló toda una serie de arrestos por vandalismo y otros delitos menores, pero en julio de 2001 fue arrestado debido a que un guardia de seguridad lo acusó de tocamiento, pues el rockero le había apretado sus partes nobles de una manera violenta. El caso es que en 2004 se volvieron a encontrar y el episodio volvió a repetirse, saliendo de ambos casos con una buena compensación económica.
Y de Boy George, bueno, basta recordar que hace más o menos cuatro años, fue arrestado por el cargo de secuestro, ya que había contratado a un prostituto de origen noruego para realizar actos sexuales, hasta que el cantante lo amarró una cama y lo golpeó. El europeo logró escapar y lo acusó, por lo que fue arrestado. Últimamente la estrella de Culture Club ha ido y venido realizando trabajos comunitarios por delitos relacionados con drogas.
A George Michael todavía le fue peor, ya que su problema por la policía lo orillo, incluso, a derrumbar su mito metrosexual. En 1998, fue detenido por actos obscenos en un baño público al tratar de ligarse a otro hombre, quien resultó ser un policía encubierto. Al final, todo le jugó en su favor: se declaró gay, el mundo lo perdonó y hasta creó una canción exitosa sobre todo el incidente: “Outside”.
Y los episodios de gente contratando prostitutas, hay que hablar, aunque hay tres casos que fueron noticia porque llegaron a los tribunales. El primero, el de Hugh Grant, quien fue arrestado en 1995 por ser encontrado con una prostituta realizándole sexo oral.
Dos años después, le tocó lo mismo al mismísimo Eddie Murphy y tiempo después, al ex niño prodigio y hoy adulto problema, Danny Bonaduce. Ambos fueron captados con un travesti, pero a Bonaduce le fue peor, pues lo golpeó hasta dejarle el rostro casi desfigurado, por lo que también fue arrestado.
Ni qué decir de la posesión de drogas, que metió a muchos en problemas. Una de las primeras fue la leyenda de la música Louis Armstrong, quien fue arrestado en marzo de 1931 por posesión de marihuana. Otra fue Billie Holiday, que fue arrestada después de encontrársele heroína en el hospital en 1959. En un golpe magistral de ironía, los efectos de esta droga la llevarían consecuentemente a la muerte.
Además de batear murciélagos y arrancar cabezas de palomas, Ozzy Osbourne tiene toda una larga lista de detenciones policiales relacionadas con drogas, pero dos fueron más fuertes: una en 1989, cuando en medio de una seria intoxicación, intentó ahorcar a su esposa, la mismísima Sharon, y en 1984 fue detenido por orinar en el territorio de El Alamo, Texas, histórico para la Unión Americana.
En 1978, el famoso comediante Tim Allen (el de la serie “Mejorando la casa”) fue detenido en 1978 por posesión y consumo de cocaína. Aprendió la lección y a partir de entonces no se ha visto en escándalos fuertes.
Otros detenidos por posesión de drogas fueron Ray Charles, quien pasó cinco años en “la sombra” por posesión de heroína y marihuana en 1964 y Jimi Hendrix, quien a pesar de declararse consumidor de hachís, marihuana, LSD y heroína, sólo fue acusado por este último, saliendo bien librado.
Pero nada comparado con el caso de Paul McCartney, quien realizaba una gira por Japón y al querer abandonar el país, le fue encontrada marihuana, por lo que pasó una noche en la cárcel y fue expulsado posteriormente, de hecho, no se le permitió la entrada a tierra nipona en mucho tiempo. Aunque hay gente, como el escritor Albert Goodman, quien aseguraba que todo había sido obra de Yoko Ono, quien detestaba al ex Beatle. Tal vez esto nunca la sepamos.
Otra leyenda que tuvo líos con la justicia (hay que decirlo, algunos absurdos), fue James Brown. Y cómo olvidar una persecución policial en 1988 que lo llevó ser perseguido por dos estados sólo porque se molestó debido a que alguien “usó su baño privado sin su permiso”. La policía tuvo que disparar sobre las llantas de su automóvil para detenerlo. También pasó un buen tiempo tras las rejas y cuando salió, gritó su más grande éxito: “I Feel Good”.
¿Ustedes se imaginarían que gente como el buen Frank Sinatra también pisó la cárcel? Pues sí, esto sucedió en 1938, cuando no era ni siquiera conocido. Y es que fue acusado de adulterio, que en ese entonces era delito grave, y aunque fue absuelto, durante su carrera se manejaron muchos rumores de relaciones con la mafia siciliana, mismas que jamás fueron comprobadas.
Otra súper estrella que pasó un tiempo tras las rejas fue Al Pacino. En 1961, fue detenido por posesión ilegal de armas que le costó tres días en prisión. Fue liberado y después iniciaría una carrera que le permitió mantenerse en el más hermético misterio. Y a causa de varios disturbios derivados de su activismo, Jane Fonda fue detenida en infinidad de ocasiones entre los años 60 y 70.
Pero el caso más estrujante de todos lo protagonizó el extinto líder de Sex Pistols, Sid Vicious, acusado de matar a su novia, Nancy Spungeon, en el mítico Hotel Chelsea de Nueva York. Fue detenido y absuelto, aunque con reservas, pues aún había ciertas dudas, mismas que no fueron contestadas, pues al salir de la cárcel, su propia madre le obsequió heroína de mala calidad que eventualmente lo llevó a la muerte, con lo que el crimen nunca se resolvió.
Casos como los ya reseñados hay muchísimos en el mundo del espectáculo. Diremos que esta sólo fue una selección con los más importantes. Definitivamente los artistas también hacen cosas malas, y aún a ellos se les aplica el uso de la ley. Que sean culpables o inocentes, eso se lo deja a la justicia.