El mutismo de la productora ha dado pie a todo tipo de rumores. Y lógicamente las comparaciones con Rock in Rio y BBK Live han puesto en la red los nombres de Lenny Kravitz –a quien también se sitúa en otro concierto en Gran Canaria en junio–, que actúa en Madrid el 30 de junio; o Red Hot Chili Peppers, también está confirmado en este festival el 7 de julio junto a dos criaturas igualmente atractivas para Tenerife: la rabiosa electrónica de Deadmau y los ya venidos a menos Incubus. A estos nombres, LM Producciones ni caso. Lo que sí parece certero entre tanta quiniela es la presencia de Marilyn Manson, Iggy Pop con la marca The Stooges, y Linkin Park. Tres formaciones que el pasado martes figuraban en la pestaña de artistas de la web oficial de este nuevo festival, www.rockcoastfestival.com.
LM Producciones tampoco ha confirmado ni desmentido, aunque ayer jueves había desaparecido toda referencia a estos tres. En primer lugar, como artista de la jornada dedicada al metal, se da casi por hecho a Marilyn Manson, músico de Ohio que se convirtió en uno de los grandes nombres del metal a mediados de los 90 con Trent Reznor, el líder de Nine Inch Nails como visionario productor. En febrero, tiene previsto publicar su nuevo disco de estudio Born Villain que, a juzgar por los últimos, no cabe esperar que vuelva a los tiempos de Antichrist Superstar.
En territorio punk rock estaría la Iguana de Detroit, cuyo nombre sonó con insistencia hace años como uno de los ganchos del fenecido Cabeza de Perro. Ahora igual se presenta en Tenerife como Iggy & The Stooges teniendo en cuenta que lo último que grabó en solitario, Preliminaires (2009), es un trabajo radicalmente opuesto a lo que ha hecho toda su vida, y recuperar los clásicos incendiarios de su vida, los que construyó junto a los hermanos Asheton y Dave Alexander, además de su prolífica producción como Iggy Pop que deja himnos generacionales e imperecederos. Y Linkin Park, banda de Los Ángeles con cuatro discos publicados que se mueven en la trillada escena del rap metal. Otros nombres sobre la mesa son Prodigy y Fatboy Slim como artillería electrónica, y proyectos que tiran del mestizaje como Calle 13 y Muchachito, sin contar a las bandas nacionales y canarias con las que llenar los 68.000 metros cuadrados donde se asentará el Rock Coast con quince horas de actividades diarias. El precio de las entradas oscila entre los 50 y 60 euros y la opción de compra de un abono de 120 euros para los tres días
