sábado, 30 de junio de 2012

La Evidencia Recomienda: 22/11/63 de Stephen King


"¿Sabéis cuando, en un día soleado, cerráis los ojos y podéis ver en la retina una imagen remanente de lo que fuese que estuvierais mirando? Era parecido a eso. Cuando me miraba el pie, lo veía en el suelo, pero cuando pestañeaba —no sabría decir si un milisegundo antes o un milisegundo después de cerrar los ojos—, captaba fugazmente la visión de mi pie en un peldaño de madera. Ya no se hallaba bajo la tenue luz de una bombilla de sesenta vatios. Se hallaba bajo un sol radiante. Me quedé petrificado."

 Jake Epping es profesor de inglés en una pequeña ciudad de Maine. Un día, uno de estos estudiantes adultos escribe una redacción que le deja impactado. El tema que les había propuesto era «El día que cambió mi vida», y en ella Harry Dunning cuenta lo que ocurrió la noche en que su padre volvió borracho a casa y mató a golpes de martillo a su madre, a su hermano y a su hermana. Harry logró salvarse. Poco después, Al, amigo de Jake y propietario del diner del barrio, le revela un gran secreto: en su almacén ha encontrado una puerta que conduce al año 1958. Al le ruega a Jake que viaje en el tiempo para cumplir una misión demencial: impedir el asesinato de Kennedy. Jake conseguirá trasladarse al año 1958 para comenzar una nueva vida con una nueva identidad y esperar el año del asesinato. Volverá a la época de Elvis y los Cadillac, se enamorará de la guapa bibliotecaria Sadie Dunhill, buscará a Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino de Kennedy, y a la familia de su alumno Harry Dunning para evitar su tragedia. Jake sabe que cuando vuelva a su tiempo solamente habrán pasado dos minutos en su mundo, pero, ¿qué otros cambios habrán provocado sus acciones? ¿Y cómo va a dejar atrás en el pasado a la mujer de su vida? El libro, que se escapa del género que le ha dado fama mundial y fortuna personal a su autor, es un thriller de ciencia ficción basado en una cuestión apasionante: ¿Qué habría pasado si John Kennedy no muere en el atentado de ese fatídico 22 de noviembre de 1963 en Dallas? ¿Cómo se habría modificado el escenario planetario si JFK hubiese sobrevivido a su magnicidio? ¿De qué manera habría discurrido la historia si alguien hubiera impedido que Lee Harvey Oswald apretara el gatillo? A Stephen King se le ocurrió esta idea en 1972, cuando él no era ni de cerca el Stephen King que conocemos hoy. No le había dado el palo al gato con éxitos como “Carrie”, “El resplandor”, “Misery”, libros que si alguien no los ha leído, seguro los ha visto en el cine o en la televisión, y la muerte del presidente más joven, guapo y mujeriego de Estados Unidos era aún una herida sin cerrar. King postergó la idea que volvió con fuerza hace un par de años y que el 2011 se convirtió en el lanzamiento de una novela de casi 900 páginas celebrada por moros y cristianos. Hasta la exigente crítica de The New York Times ha calificado la novela como “una de las mejores historias sobre viajes temporales desde H. G. Wells”. Otros celebran la notable tarea de reconstrucción de época, comparándola con lo que logra en televisión la serie “Mad Men”. Es que además ambas obras de ficción comparten la misma época: fines de la década del 50 y comienzos del 60. El argumento de “22/11/63” es el siguiente: un profesor de secundaria regresa al pasado para torcer la historia e impedir el asesinato de JFK. ¿Logra su propósito?

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