“Buenas tardes, ¿podría hablar con el Sr. White?”. Marilyn Manson
está tan cerca de ser la versión moderna de los clásicos rockeros de
antaño, que hasta se registra en los hoteles con nombres falsos. Durante
quince exactísimos minutos asoma al teléfono su voz que denota más
noches que las del famoso disco de Sabina, aunque Mr. Brian Wagner (como
se lo bautizó en la pequeña ciudad de Canton, Ohio en 1969) sabe cómo
administrar ese cansancio eterno en lúcidas apreciaciones.
Para
quienes no estén al tanto del actor de esta nota, Manson es una suerte
de anticristo apto para (casi) todo público. Gracias a una infancia
insoportablemente difícil sintió la necesidad de ser alguien de adulto.
“Marilyn Manson no es mi alter ego. Yo tuve que crear un ego que no
tenía”, es una de sus frases de batalla.
Subiéndose al tren
del carácter alternativo y versátil del rock en la década del noventa,
Manson formó su banda con el padrinazgo del rey del rock industrial,
Trent Reznor, líder de Nine Inch Nails. Esto es: guitarras agresivas,
ritmos de batería de textura electrónica, gritos y una imagen impactante
inspirada en la escena dark y sadomasoquista. Shock Rock. Como Alice
Cooper, pero mucho más grotesco.
Ahora sos un artista estable y
polifacético, pero en tus comienzos, ¿creés que la gente te tenía más
miedo por como vestías o por las verdades que decías sin pedir permiso?
Creo
que todo el mundo le teme a algo, yo inclusive. Sólo hago cosas que me
resultan interesantes y me comprometo con ellas. Respecto a mi manera de
lucir, con los años muchas personas adoptaron mi estilo, que en su
momento no era popular. Ya sabes, el tiempo pasa, pero el concepto sigue
igual. El libro más terrorífico que se escribió es la Biblia, ahí están
todas las historias de terror que se te puedan ocurrir: vampiros,
zombies, el demonio, el fin del mundo, todo esta ahí.
Manson
llega por cuarta vez a Buenos Aires como parte del itinerante Maquinaria
Festival y está parando en un céntrico hotel desde hace tres días.
“Estoy aprovechando mucho su vida nocturna. Es mi momento del día.” En
el festival compartís el liderazgo del cartel con bandas veteranas como
The Prodigy, Slayer y Deftones. ¿Hay algo malo en los nuevos grupos o
definitivamente todo tiempo pasado fue mejor?
Para mí el
tiempo no pasa de la misma manera que para otros. Tengo una percepción
muy particular. El pasado no necesariamente corresponde a un momento en
el tiempo, sino que está atado a situaciones determinadas. Mi ayer puede
no ser igual al tuyo. Yo sigo sintiendo el mismo entusiasmo, energía y
ambición de mis años en el underground.
Parte de ese frenesí viene de la mano de su último disco Born Villian (Nacido villano), donde vuelve a sonar melódico como en Mechanical Animals
(1998), pero también más agresivo y menos pretencioso, acorde a su
nueva etapa como artista independiente. “Tiene que ver con la idea de
sonar natural, es por eso que se lo llamó Born Villian , surgió
de manera espontánea. Se trata de hacer un paralelo entre la música que
me gusta hacer y la que me gusta escuchar. Esta vez quería que suene
orgánico y al mismo tiempo amo escuchar Mechanical Animals , que junto con Holy Wood
son mis dos discos favoritos. Me fui de la discográfica multinacional
porque ya no estaba cómodo en lo artístico. La vieja historia: cuando
hacés algo que te llena, entra el sello a colar sus intereses en tu
arte, los cuales solían chocar con mis ideas. Siempre quise ser la única
persona que tome mis decisiones artísticas, así que trabajar con (el
sello independiente inglés) Cooking Vinyl es genial; ellos me entienden y
respetan.” Tu perfil de músico solista es innegable. ¿Alguna vez pensaste en armar otra banda o colaborar con otros músicos?
Sí,
tengo esa idea. Me gusta el enfoque musical de The Kills, estoy viendo
de trabajar en un futuro con Kerry King de Slayer y también con Dj
Starscream, veremos qué surge.
¿Cuál es tu conexión con el término “villano”?
El
villano es la persona que intenta hacer cambios, romper las reglas. En
cada libro, en cada historia, el villano funciona como el catalizador de
la trama y es quien define el final. El héroe siempre hace lo mismo,
no tiene por qué seguir su pasión ni su instinto, tiene que cumplir. El
villano se podría definir también como un antihéroe, una palabra que me
describe muy bien.
¿Y quien creés que es el villano en el panorama electoral de tu país?
Me
da lo mismo. Voté a Obama en la ultima elección y realmente no hubo una
diferencia en mi vida. Sigo pensando lo mismo de los políticos, igual
que muchos estadounidenses. A mí lo único que me importa es seguir
haciendo arte. La maquinaria se sigue moviendo de la misma manera, no
importa quién la maneje.
A propósito, ¿qué opinás de los músicos que apoyan a políticos en sus campañas?
Prefiero
a los que se oponen a ellos. Cantantes de protesta como Bob Seeger o
Bob Dylan. Yo me considero un artista al que se le dio por hacer música,
no soy un “rockero consciente”. Mi arte nace espontáneamente y así
debería ser recibido. Nadie cuestionaría a Andy Warhol por lo que
expresa en su arte. No solo pongo mis pensamientos en la música, también
pinto y disfruto actuando en películas.
En los Estados Unidos
te culparon por la masacre de Columbine, en la que mataron a varios
estudiantes, pero en otros lugares se valoró la opinión sobre el tema
que diste en el documental “Bowling for Columbine”. ¿Por qué creés que
esto pasa?
Los políticos siempre buscan alguien a quien
culpar para cubrir sus debilidades, lo mismo que la religión o los
padres. Todo aquel que quiera considerarse adulto debe hacerse cargo de
sus acciones, yo no soy un referente negativo. Por eso me sorprende que
quieran apuntar a mi música por generar este tipo de problemas y que
haya gente que tenga miedo de lo que hago, cuando en realidad habría que
temerle a las entidades que te nombré antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario