viernes, 31 de octubre de 2014

Muy Feliz Halloween!

El término 'Halloween' proviene de 'All Hallows' Eve' que, traducido a nuestro idioma, significa 'Víspera de todos los Santos'. Otras formas de referirse a esta festividad son 'Samhain' o 'Noche de Brujas'. Estados Unidos es, sin duda, el país más desmesurado y curioso a la hora de celebrar Halloween pero los orígenes de esta festividad no se encuentran al otro lado del charco, sino que se quedan en nuestro continente, gracias a los celtas. Los orígenes de Halloween se relacionan con la festividad celta de Samhain, que marcaba el final de verano, la recogida de las cosechas y el comienzo del Año nuevo celta. Los celtas creían que en la festividad de Samhain las líneas que separaban el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se estrechaban hasta el punto de que ambos podían converger, permitiendo que los espíritus pudieran llegar al plano terrenal. De hecho, los celtas invitaban a los familiares ya fallecidos e intentaban ahuyentar a los espíritus malignos, usando trajes y máscaras para asustarles. Esta festividad meramente pagana comenzó a transformase cuando el cristianismo intentó asumirla en su calendario. Concretamente, los papas Gregorio III (731-741) y Gregorio IV (827-844) intentaron suplantar Samhain por el Día de Todos los Santos, que anteriormente se celebraba el 13 de mayo. No obstante, el auge de Halloween llegaría en los siglos venideros. A mediados del siglo XIX, desembarca en el continente americano gracias a los numerosos inmigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos y Canadá. Allí es donde 'nace' el Halloween que todos conocemos a día de hoy. Los irlandeses difunden al otro lado del Atlántico costumbres como el conocido 'truco o trato', en la que los celtas creían que un espíritu maligno iba de casa en casa durante esta noche pidiendo 'truco o trato', si el trato no se cerraba, el espíritu realizaría un truco maldiciendo a los habitantes de esa casa. Otra de las costumbres que viajaron con los irlandeses fue la de tallar calabazas e introducirles velas dentro, consiguiendo iluminar las casas y alejar así a estos espíritus malignos y evitar el terrorífico 'truco o trato'. No sería hasta 1921 cuando se realizaría el primer desfile de Halloween en Minnesota. A partir de ahí, la expansión de esta fiesta no ha parado, hasta el punto de volver a Europa y convertirse en una de las fiestas más importantes en numerosos países como España o Italia, en parte gracias a la industria cinematográfica estadounidense y sagas como la de 'Halloween'. Durante esa noche, donde confluyen la magia y el terror, los niños (y los no tan niños) pasean disfrazados de todo tipo de monstruos por las calles de puerta en puerta pidiendo golosinas, en una versión más 'dulce' y renovada del 'truco o trato'.

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