jueves, 29 de octubre de 2009

Recordando HolyWood (In The Shadow Of The Valley Of Death)




La rabia que el polémico frontman de Marilyn Manson dice sentir por la forma en que el establishment americano reacciona frente a sus ofensas – lo trataron duramente a propósito de la matanza de los chicos en el high school de Denver, Colorado- se hace presente en “Holy Wood”, un disco más denso, heavy, oscuro y furioso que su antecesor “Mechanical Animals”. Una actitud mental catártica para liberar la ‘mierda’ (palabra continuamente repetida en varias canciones del disco) que hace pensar que cuando Manson se maneja como un gato acorralado para defenderse de tanto odio y ataques, el resultado de su música es la de desatar un instinto agresivo, que fue el que marcó la pauta del exitoso “Antichrist Superstar”. Esto es una presión lógicamente difícil de soportar, ser el chivo expiatorio de la sociedad americana lo hace peligrosamente creativo ya que el hombre busca mantener la cabeza ocupada , explorar y expandir su proyecto musical a otros ámbitos. Y en definitiva “Holywood” es un disco que mezcla de gran forma la introspectiva naturaleza de “Mechanical Animals” con la aplastante eficacia de “Antichrist Superstar”.‘Godategod’ es una siniestra introducción, como una carta abierta a Dios (enviada por un discípulo de Nietzche) en que se ensayan las primeras ideas de un hombre asfixiado por el autoritarismo de la sociedad establecida (“Before the bullets/the flies/before authorities take out my eyes”) al mismo tiempo de abrir el primer movimiento de un disco conceptual llamado en su parte inicial ‘In the Shadow’. Se sucede el dialogo entre la bala (del arma de fuego) y el padre en ‘The Love Song’, y le siguen las vibrantes y más predecibles’ The Fight Song’ y ‘Disposable Teens’ –el primer single del disco-, esta última con instantáneas reminiscencias a ‘The Beautiful People’. Una declaración de principios se desprende de estos temas que se hilan en su temática lírica: el personaje central de “HolyWood” podría ser Adam, o un muchacho cualquiera, que es golpeado por el trauma de vivir en un mundo animal y mecánico, víctima de la locura fanática de la disfuncional sociedad americana. ‘Target Audience’ que abre el segundo movimiento de la placa titulado “The Androgyne” es una lenta y pesada, sabática composición, que trata de explicar lo descrito anteriormente, el porque la juventud se ha tornado tan violenta, problemática o inadaptada inclusive, y la razón es justamente el ser una audiencia o el blanco fácil que reacciona en contra de la falta de información, de diversidad en la crítica, la tolerancia para poder disentir y ser escuchado. Con su cuestionamiento y autocrítica Manson se interna en una elaboración de lo que anda mal en EE.UU. a partir del primer golpe para su generación (el asesinato de Kennedy) que es abordado en ‘President is Dead’. Le sigue la acústica belleza (casi alienígena como el paraje en que se mueve Radiohead) de ‘In The Shadow of The Valley Of Death’. ‘Cruci-fixtion in Space’ es arrastrada heavy, lenta y apocalíptica manejando la idea principal del disco, la evolución según Manson, el mono, el hombre para terminar con la pistola. El segundo movimiento cierra con otra de guitarras opacas, y luego distorsionadas –‘A Place in The Dirt’ creando una atmósfera de indescriptible tristeza y contemplación.‘The Nobodies’ abre la tercera parte”Of Red Earth”, con teclados que apoyan la macabra visión de la historia de los que son nadie y que estando muertos aspiran a ser alguien. Los toques electrónicos y cibernéticos , lógica evolución de lo del disco anterior se suceden en estos temas, pasando por ‘The Death Song’ hasta llegar a la sofisticación (casi Trip Hop de ‘The Lamb of God’, que podría ser U2. Muchas de estas composiciones guardan similitudes, aparte de ser un tanto pegajosas son más que nada las clásicas progresiones de acordes de un rock bastante tradicional, reflejo que Manson compone desde la estructura básica de una canción dramática. Como lo dice el mismo tema: nada va a cambiar mucho en este mundo. Como siguiendo la onda industrial de los referentes de siempre Nine Inch Nails y Ministry, llegan los temas ‘Born Again’ y ‘Burning Flag’ cerrando el tercer ciclo. Para concluir con la cuarta parte de “Holy Wood” llamada “The Fallen” llega la bella respuesta a ‘Coma White’ del “Mechanical Animals”, ahora bautizada como ‘Coma Black’, seguida de la sombría ‘Valentine’s Day’ (un gran tema) que exhibe gran complejidad en su estructura. Casi como repitiendo la misma melodía –que parece empapar todo el álbum- queda solo Manson con guitarra acústica para ‘The Fall of Adam’ para derivar invariablemente en las guitarras crudas y heavy. Los efectos de CODA (cierre de la placa) se escuchan en ‘King Kill 33º’ y finalmente ‘Count to Six and Die’, con un piano que evoca la misma melancolía y asfixia de los parajes del agobiado Roger Waters en “The Wall”. En síntesis, sin reinventarse tanto, excepto en un look e imaginería descaradamente hereje, Manson relata en casi 70 minutos las vivencias de un corazón sensible y melodramático que sigue recibiendo los golpes del rechazo público y que lo pone en marcha para su nueva creación y etapa de un músico que se proyecta sólidamente al próximo milenio.
Por Alfredo Lewin de Rockaxis



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