HOLY WOOD (In The Shadow Of The Valley Of Death)
EL ESLABÓN PERDIDO
Que tienen en comun politicos, lideres religiosos, fans del rap metal, gente de derecha, goticos gastados y padres de familia de todas partes? Todos quieren ver muerto al gran iman de odio de nuestra era: Marilyn Manson. Se necesita un talento divino o un demoniaco don para la provocacion como para unir a una multitud tan dispar, y Manson, que ya no es meramente "el loquito de esta semana" sabe que ha llegado la hora. La hora de demostrar que posee ambas cualidades...o la hora de abandonar el juego.
Holy Wood describe como una estrella del rock puede ser destruida por las presiones de la fama, el gobierno, la religion o la codicia. Manson ya ha contado esta historia antes y dos veces= Holy Wood intenta ser el engrudo entre el album con el que cortejo al glam - Mechanical Animals - y el disco de metal industrial que cimento su carrera, Antichrist Superstar. Esta no es la ruta mas facil para un maestro del shock. Uno esperaria que apareciera con un truco espectacular tras otro no sobre a elaborar sobre los temas ya expuestos como un pintor.
"No soy esclavo de un Dios que no existe" gruñe en The Fight Song, una sintesis de Manson en 3 minutos que gira en torno de un motivo de guitarra retorcido antes de dar lugar a un devastador ataque punk. La banda rockea de veras: su malevolo groove acentua la quejas habituales de su lider con esa graciosa arrogancia que es la esencia misma del rock and roll.
El coproductor Dave Sardy y el programador Bon Harris ayudan a crear una mezcla de hard junto con contemplativos paisajes sonoros de estudio. Despues de varios temas rapidos, Holy wood se sumerge en siniestros cantos funebres que evocan al Pink Floyd y al Black Sabbath de otrora, antes de volver a hacer sangrar los timpanos con los arrebatadores Born Again y Burning Flag. Luego el album se va yendo lenta y amargamente, dejando tras de si un tendal de crucifijos, balas, presidentes muertos y adolecentes desechables.
En Holy Wood, Manson se ve tan ambicioso, personal y duro como siempre, pero el album no es, como dice su autor, el album Blanco de su banda. La musica de estos nativos de L.A. aunque sigue evolucionando, no puede compararse con el nivel de eclectica experimentacion de The Beatles. Pero uno tiene que respetar a Manson por enfrentar cuestiones de la vida real con un brio teatral y un vitriolo que ningun artista del mainstream puede igualar. Holy Wood no ganara nuevos conversos, pero el compromiso que ha puesto su creador en devolver golpe a golpe a una sociedad decidida a martirizarlo hace de su autoindulgencia algo universal. Hay un pequeño Manson en todos nosotros. O deberia haberlo.
por B. W.
No hay comentarios:
Publicar un comentario