Una de las actividades que han causado gran expectación y que se realizarán en el marco de la exposición Resisting the present, que actualmente se exhibe en el Museo Amparo; es la presencia del cineasta Alejandro Jodorowsky en Puebla.
El artista estará el 1 de diciembre en el auditorio de la Universidad de las Américas Puebla para platicar en torno a los temas que han ocupado su atención en los últimos 50 años: la lectura del tarot, la psicomagia y la psicogenealogía, dos técnicas terapéuticas creadas por él.
El jueves 1 de diciembre a las 18 horas y con los comentarios de su autor se proyectará el video Spiritual Journey, en el cual se resumen parte de sus experiencias como creador y como “mago y maestro del tarot”, como el mismo ha contado en diversas entrevistas.
De hecho, cada miércoles en un café de París desde hace 30 años, se dedica a practicar este hábito. “No cobro, no doy consejos y no hablo sobre el futuro”, aclara el cineasta. En sus cartas, tampoco lee lo negativo ya que el tarot es “un servicio, una forma de ser útil al otro”.
Jodorowsky cree que el tarot ayuda a desarrollar la conciencia y a vivir y comprenderse mejor, es un “apoyo al autoconocimiento psicológico e histórico”; por eso arremete contra el psicoanálisis y el budismo, ambos “enemigos de la vida”.
“Los psicoanalistas deberían tener todos un tarot: ahorrarían tiempo”, ya que a su juicio éstos “convierten el sufrimiento ajeno en su sustento, porque no se proponen curar sino mantener sus pacientes”.
Por el contrario, el tarot puede ayudar no sólo a eliminar los síntomas, sino también a curar. “Es un puente entre dos extremos, entre la intuición y la razón”, explica el director de la cinta El topo.
Por este y otros medios de comunicación, incluso en la cuenta de Facebook del Museo Amparo, se ha informado que la entrada es libre, pero se requiere un boleto de cortesía.
Los organizadores informan que para adquirir los boletos tendrán preferencia las personas que hayan asistido a las actividades paralelas de la exposición.
Nueva Entrevista a Cristobal Jodorowsky
¿Qué guió nuevamente tus pasos hacia este país?
Nada guió mis pasos porque nací aquí, mi madre es mexicana, mi abuelo materno era un boxeador mexicano de origen azteca, mi abuela irlandesa, se conocieron aquí y mis padres también se encontraron en México. Regreso después de un tiempo en Francia, hice todo mi trabajo con mi padre en psicomagia, tarot, psicochamanismo y todas esas artes terapéuticas, más todo mi camino artístico como actor, como pintor, director de teatro, y empiezo en México el trabajo de edición de mi primer mediometraje como director de cine. Daremos una conferencia gratuita donde leeré el tarot a algunos asistentes, a quienes recomendaré actos mágicos.
También estás presentando un libro
Vine a regalarlo, se llama El collar del tigre, que es sobre todo mi proceso terapéutico, espiritual con la psicomagia y el psicorritual, donde se trabaja con la familia y se sanan las estructuras que nuestra mente aprisiona. Estoy aquí también para dar unas conferencias gratuitas porque hay que hacer cosas gratis para ayudar al mundo a transformarse y desneurotizarse. Estamos muy neuróticos.
¿Nos podrías dar el ejemplo de acto psicomágico?
Si quieres matar a tu mamá y tras 20 años de psicoanálisis lo puedes reconocer, la psicomagia te ayuda a darle salida. Te compras un peluche, lo abres, le pones una sandía en el vientre, lo cierras y lo acuchillas. Tu racional va a decir que es una vaca de peluche con una sandía, pero tu mente emocional, sensorial y proyectiva lo va a vivir como una realidad, se va a liberar y va a poder pasar a otra cosa. (Cristóbal estornuda fuertemente y bromea) ¿Ya ves? ¡Es mi mamá! Con sólo hablarlo uno ya se está liberando!
¿Cuántos años llevas estudiando psicomagia?
Llevo ya 20 años. Cuando empezamos era algo nuevo. Lo que hace la psicomagia es conectarte de otra manera, te libera de esas prisiones y policías invisibles que generan traumas que uno no sabe por qué. A través de la metáfora se logra entrar a esa especie de caja fuerte y liberarse efectivamente. Incorpora la magia popular, que está en nuestro hemisferio derecho, y lo racional que está en el izquierdo. Uno se situaría en ese puente calloso que los une para poder trabajar en ambas realidades. La magia niega a la dimensión psicológica y viceversa, cuando el ser humano en el fondo es soñador, todos somos magos o magas. Y no tiene nada que ver con la magia ni con el psicoanálisis, sino contigo mismo. Es aprender a vivir. El psicorritual enseña a la mente a cerrar un círculo y pasar a otro. Hay que hacerlo físicamente. Eso lo explico claramente en mi libro y en la página psicomagia.es. Más que un sistema terapéutico es para vivirse sanamente, en el fondo siempre debes ir hacia algo espiritual, acercarte a lo divino. Ponle el nombre que quieras, “taco”, por ejemplo. Lo importante es acercarte a la “dimensión taco”. Hay que quitarse de cuentos y aceptar la espiritualidad del ser humano en todas sus dimensiones. Estamos en otro siglo, ya no estamos en el XII.
¿Qué diferencia hay entre el psicorritual y la metagenealogía? ¿Cómo nos afecta nuestro árbol genealógico?
No es que nos afecte, es que somos nosotros, somos el resultado de nuestro pasado, que es nuestro primer destino. Para comprenderse hay que entender a toda la familia. La metagenealogía es el estudio de la personalidad a través de la familia. Uno se va dando cuenta cómo las fechas se repiten, las enfermedades, los conflictos. Si no se sanan, se repiten. Es como si hubiera un impulso en nosotros que repite eso para evidenciar las situaciones no resueltas, y también es la mente porfiada del individuo, que no es un animal y no necesita estarse peleando para aceptar no su muerte, su mutación.
¿De qué trata tu película?
Es una cinta de sanación. Una persona entra en un proceso psicomágico, el cual se basa en el acto cuando la terapia verbal y el psicoanálisis está en decadencia. No sirve sentarse en una sala o en un sillón para hablar sobre sus dificultades, porque aunque puede ser que las comprenda, no las resuelve. En cambio, la psicomagia se enfoca en la acción, se basa en el lenguaje de los sueños y no niega los impulsos pero sí les da salida.
¿Y tu obra plástica?
En enero voy a presentar mi obra pictórica y videos, que se llaman Webcam performance, proyecto pro conciencia, que son pequeñas películas con mensaje totalmente positivo, espirituales, que de alguna manera puedan ayudar a este mundo a transformarse. Un artista lo que debe hacer hoy en día es ayudar a sanar al mundo. Estar sólo con su ego, bañados en su propio narcisismo se debe acabar. Es lo que yo siento. Mi pintura es noemística, como yo la llamo, expresionista y multicultural, que trata de expresar que nuestra cultura no es una sola, tenemos todas.
¿Y como actor estás preparando algo?
Hice una obra en Sevilla que se llama Padres, madres, hijos e hijas, de flamenco teatro con psicomagia. Pienso traerla a México. También hago teatro sanador. Te digo, todo debe entrar en ese camino pro conciencia.
¿Qué es lo más entrañable que has hecho como actor?
Yo estuve en la escuela de Marcel Marceau, en el Actos Studio. Quería ser un gran actor, que es el que le hace creer todo al mundo. Tuve una compañía llamada Teatro del Silencio. Santa sangre, la película que hice con mi padre, fue maravillosa. Ese fue un papel que yo llamo cuántico, es decir, estaba hecho para mí. Tenía toda mi historia infantil. Soy un chamán frustrado, porque un actor es un gran chaman, así que pasé a la psicomagia.
¿Tras hacer un papel tan intenso como el tuyo en Santa Sangre tienes que realizar algún psicorritual para pasar a otro personaje?
No, eso es una comedia de actores divas. Un gran actor puede entrar, salir, sabe cómo trabajar con su cerebro. El que se la cree y se tiene que torturar, no lo es. Yo creo que los actores lo hacen para mitificar el papel. Aún así, es divertido. Reposé tres días en la playa tras Santa Sangre.
Conferencia gratuita con Cristóbal Jodorowsky
16 de noviembre, 17 horas Teatro Hipódromo
Condesa Av. Progreso s/n entre Av. Revolución y Jalisco, Tacubaya.
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